"Estaba la Catalina,
sentada bajo un laurel,
mirando la frescura de las aguas al caer
De pronto paso un soldado,
y lo hizo detener:
-Deténgase usted soldado
que una pregunta le voy a hacer-
¿Usted no ha visto a mi marido,
que a la guerra se me fue?
-Yo no he visto a su marido
ni tampoco se quien es-
-Mi marido es alto y rubio,
y buen mozo como usted,
y en la punta del sombrero
lleva escrito San Andrés-
-Con los datos que me ha dado
su marido muerto fue,
y me ha dejado dicho
que me case con usted-
-Eso sí que no lo hago,
eso sí que no lo haré.
He esperado siete años
y otro siete esperaré-
-Calla calla Catalina,
calla calla de una vez,
que estás hablando con tu marido
que no supiste reconocer-"

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