lunes, 24 de noviembre de 2014

Kodiak



- Bill! , Bill por favor despierta, Bill! -

   Desperté una mañana gélida dentro de un lugar tan brillante, que fácilmente podría tratarse del cielo.
Y así estuve. Cuatro semanas en un estado comatoso, escuchando voces, creyendo estar en el lugar más maravilloso jamás descubierto por otro hombre. Al finalizar mi primer mes de internación, desperté poco a poco, y fue ahí, cuando por desgracia descubrí, que no estaba muerto.
   Todo hombre ansia en su vida, descubrir aunque sea la pizca de algo que hasta el momento fue considerado inexistente. Romper con los límites de la realidad y tomar por sorpresa a cada ser que dudó por un momento de la magia y el poder de las cosas.
   El diario era similar a un libro desteñido y destruido poco a poco junto a todo lo que el tiempo se lleva consigo. Lo abrí lentamente y comencé a leer palabra tras palabra de un viejo solitario, que estuvo a punto de morirse, en los parajes más lejanos de la existencia.
   "Ahora recuerdo " - me dije, con gran sorpresa.
   Tomé un destartalado avión cierto día cual robé en cierto lugar cual no mencionaré, pues de seguro habrá aparecido la noticia en cada periódico de estos pueblos, tan abandonados por la civilización, que fácilmente podrían considerarse, ancestrales.
   Sobre volé el valle haciendo buen uso de esta bestia voladora y surcando los vientos asesinos como  una navaja cortante. Pero al cabo de pocas horas, el motor del ala izquierda comenzó a fallar y poco a poco, caía desde los cielos. Tomé mis cosas y en cuestión de segundos caí al vació dispuesto a matarme.
   Solo se escuchaba el sonido del gran ave cayendo derribada y después una explosión que perturbó a cada ser presente en la zona.

   "Oh mujer de labios rojos, oh mujer que sabe bailar, no me deje esta noche, no deje a este soldado, sin una noche que recordar”


   Valla que Bobby Barton sabia cantar. Un amo de la guitarra que podría haber llegado muy lejos y el maldito se pone a cantar. Claro, pues tenía buena voz, pero si yo hubiera tenido esa oreja, de seguro estaría tocando en cada ciudad de América.
   Esa melodía de su último disco sonó en mi cabeza durante horas y cuando al fin desperté, arroje lo más lejos que pude ese desdichado aparato,  Y fue ese momento, el que cambió mi vida.
   Ahora esa sensación está cerca de lograrse en las películas. El sentimiento asombroso que puede llegar a tener un hombre, al encontrarse con la verdadera ausencia del sonido, es incomparable. Tan maravilloso, como a la vez escalofriante.
   Para quien alguna vez fue un pequeño viviendo en las grandes ciudades, el sonido es un elemento fundamental de la vida. Y poniendo un ejemplo, de los tantos que hay, imaginen si el  motor de un auto no provocara ese odioso sonido, uno cruzaría la calle, un despistado cuales hay en abundancia y así morirían más personas que en esta pérdida de tiempo que provocan las guerras.
   Comencé a caminar con los brazos en cruz, oprimiendo mi pecho y al percatarme de la situación, caí de rodillas sobre la nieve, maldiciendo a Dios y a cada cosa que osara pasarse por mi mente.
   Suerte que era un maldito viejo astuto, de esos que ganan en las cartas y siempre tienen un as bajo la manga, así que en vez de comenzar a desesperarme, recogí el bolso que  estaba a un par de metros y empecé a caminar a través del bosque en busca de una mínima altura que me ayudara a ubicarme.
   Poco a poco desde allí arriba, pude percibir la inmensidad y el desconcierto que provocaba ese lugar, visto desde una perspectiva inusual para alguien acostumbrado a ver todo desde arriba.
   No contar con la presencia del molesto sonido de mi avioneta, me hizo dudar durante ese periodo, de que estuviese viviendo una realidad, y fuera tan solo una pesadilla.

- Jason, chico, si hubieses estado junto a mí en ese preciso instante, te abrías sentido libre por primera vez en tu vida.

- Abuelo, aun debes estar afectado por.... - Tonterías! , estoy más lúcido que nunca, seguiré leyendo -

   Un dolor terrible surgió de imprevisto en la zona del tórax. Me dejé caer sobre la nieve y empecé a palparme con las manos lentamente, hasta que descubrí lo que tal vez fuese una costilla rota.
   Me levanté lentamente y seguí subiendo la colina nevada. Hay ocasiones, en que el dolor acaba con el alma de hasta el ser más fuerte en existencia. Acaba con tu voluntad, aparta de ti las energías que permanecen aún en lo más recóndito, en el rincón más profundo. Pero en un instante mágico, creí escuchar el sonido de lo más puro en esta tierra. Me llamaba con todo su poder incitando a un pobre hombre, a que se recompusiera en las manos de la vida.
    Cuando llegué a la cima, observé a lo lejos el rio que corría lentamente a través del bosque. Eso me hizo pensar, que en realidad no estaba solo. Tal vez, el mundo, la naturaleza, o el simple destino me otorgaron la posibilidad de conocer y descubrir las maravillas de una tierra virgen y especial. Me senté con admiración con los pies dentro del agua ignorando completamente las bajas temperaturas y soñando con la cercanía del paraíso de  Dios.
    Quité los pies del agua y de un momento a otro perdí la conciencia entre el dolor fulminante y la idea de que tal vez, la muerte me llegaría al minuto siguiente.

- Bob , comprende que esta es tu familia. Lo tienes todo, y ahora quieres abandonarlos? Como te sentirías al saber que crecerán sin un padre a quien amar? , te necesitan Bob -
- Lo siento Sarah, debo hacerlo -

  Lo he perdido todo y ahora me siento indignado. Mi mirada se posaba sobre las cosas y ya no veía rastro de vida en ninguna parte. Pero al abrir los ojos y observar aquella figura grande y determinante, mi vida cambió para siempre.
   La bestia gigante pero majestuosa se encontraba observando al invasor con asombro. Poseía unos ojos amarronados y un pelaje del mismo color y alisado por el agua. Y permanecimos allí, ambos, a pocos metros de distancia. Ambos perplejos por el momento y nuestra mirada permanecían en el otro.
   Silencio, me acerqué lentamente por una fuerza de descubrimiento que me dominaba. Kodiak permaneció allí y no realizó ningún movimiento. Fue asombroso, como si algo místico nos uniera. Dos seres diferentes, dos seres pensativos, que se basaban en la intuición inmediata para analizar la situación en la que se hallaban. Lo contemplé y acaricié lentamente su pelaje suave y oscuro con total serenidad y confianza. Y allí estuve junto a él durante largas horas recostado sobre su cuerpo mientras exhalaba aire y permanecía exhausto sobre la nieve.

- Y que sucedió después abuelo?! , Que sucedió con él? -


- Desperté en este lugar, pero al menos sé que si hubiera muerto, nunca hubiera estado solo-




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