Recientemente tuve la oportunidad de volver atrás en los recuerdos. Lo olvidado se hizo presente, los viejos sentimientos dejaron atrás a los nuevos, observé con cariño las estrellas. Quizás creerán que estoy loco, quizás lo estoy, porque como dicen los adultos, el niño es extraño.
Tiempo atrás conocí un pequeño tesoro entre mil tesoros. La pequeña obra de un gran piloto francés que se convirtió en un éxito por su visión del pasar del tiempo y como uno va dejando atrás los maravillosos gestos de la niñez. Debo decir que este pequeño tesoro me devolvió a la vida. Pues solo es un libro entre cien mil libros, pero si uno logra sentir las palabras, sentirás una estrella entre tus manos.
Hoy tuve el placer de disfrutar la adaptación al cine de esta maravillosa obra, un tierno gesto de quien sabe quien. Y resultó ser, una de las experiencias mas hermosas de mi vida. Por eso no les traigo una critica, tampoco mas detalles, porque faltaria a mi creencia de escritor de que uno debe sentir por si mismo para poder ver con el corazón.
Muchas enseñanzas me dejó este escritor pero la mayor de todas, crecer es inevitable, pero uno nunca debe olvidar.
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