Mi abuelo y yo
Uno siempre durante su vida siempre va a estar
acompañado por ciertas personas especiales. Para mi fueron mis padres, mi
hermano, mis amigos, pero el más importante, mi querido abuelo.
Bob siempre fue una persona paciente. Desde que nací
me acompañó todo el tiempo que pudo, a mi lado observando todos los juegos que hacía
con mis manos y pies. Cuando fui más grande e inteligente me comenzó a contar
historias. El era también de esas personas que nunca se cansa de aprender cosas
nuevas, sobre el país, sobre el mundo, sobre cualquier cosa que pasara por la
cabeza del viejo, así que cuando tenía la oportunidad me heredaba todos sus
conocimientos como lo había hecho con mi padre. Cuando fui aun más grande y ya
no me apegaba tanto a mis padres él se acercaba cada vez mas hasta que me di
cuenta y decidí recompensarlo por sus esfuerzos, tomamos el auto y algo de
equipo y partimos.
- - Hey abuelo hacia donde nos dirigimos?
- - Tranquilo Pat! , tenemos tiempo,
tranquilo
- - Está bien, si espere cuando era niño
supongo que podre hacer lo mismo.
Recorrimos un extenso camino en el que dormía,
despertaba y observaba los grandes campos que se extendían hasta el horizonte.
Pero Bob nunca se detenía y en el momento indicado comenzaba a explicarme
ciertas cosas sobre el lugar o anécdotas de los viejos tiempos, en el que
aquellos parajes eran un lugar libre y el y sus amigos lo aprovechaban de
cualquier manera.
Al cabo de un rato Bob se detuvo a un lado del bosque
y repentinamente se bajo del auto y corrió hacia los arboles.
- - Patrick, Patrick! , ven, corre, corre
- - Que sucede abuelo?
Seguimos y seguimos avanzando entre los robles
pintados de rojo por las hojas de otoño
hasta que llegamos a un lago. Un lugar sorprendente sin duda pero que causo un
sentimiento de melancolía en el, se sentó
en una roca observando con una mirada triste todo el lugar.
- - Abuelo, que es este lugar?
- - Aquí vivíamos con mis hermanos, pasábamos
todo el día en aquel lago, casi puedo ver a Max dando saltos desde este lugar,
siempre había soñado con ser clavadista.
- - Y que sucedió?
- - Se fueron hijo, se fueron!! , vámonos,
necesitaba ver este lugar una vez más.
El camino de vuelta fue en total silencio. Porque quiso
volver aquí en realidad?, Para mostrarme algo quizás?, no lo sé pero lo descubriría
más adelante.
Sin previo aviso decidió que rodearíamos el bosque por
otro camino. Y así seguimos durante horas, el con la mirada fija en un objetivo
falso mientras yo lo observaba, y pensar todo lo que Bob había perdido y aun así
se las arreglaba para sonreír, un gesto que siempre aprecie de él. Cuando anocheció
logramos llegar a un viejo motel junto a la carretera donde nos quedamos durante
la noche donde él se recostó toda la noche a observar el mapa, mientras yo,
intentaba descubrir que planeaba pero me venció el sueño. Cuando desperté observe
a mi alrededor y no estaba así que me levante, me di una ducha matinal y tome
el viejo bolso de cuero de aviador de la silla y salí a buscarlo pero él me encontró
a mi
- - Vamos chico porque demorabas, tenemos
un largo, largo camino.
Entramos a la cafetería para desayunar cuando me dijo “Pat
mira como lo hacíamos en los viejos tiempos”, se acerco a una vieja gorda y
apestosa mientras yo lo observaba. Comenzó a elogiarla mientras le sonreía y en
un momento terminó su charla y me hizo una señal para que me acercara.
-
Que hiciste Bob?
-
Solo espera, solo espera.
En pocos minutos se acerco la mesera, nos dejo café y
el viejo le guiño el ojo.
- - Oh!, entiendo.
Y comenzamos a reír mientras él en voz alta llamaba a
todos los comensales para que escucharan una vieja historia. Los sorprendía a
todos con sus historias hasta el tipo más
amargado del lugar se acercó. Algunas eran mentiras que mezclaba con cosas que había
leído pero ese truco siempre le funcionó, hasta, en una ocasión lo probó con un
explorador. Y que puedo decir, el viejo con su panza parecía todo un sabio.
Cuando ya había
terminado y las personas estaban otra vez en sus mesas
nos despedimos, tomamos el auto y salimos hacia el camino.
Las carreteras
del norte se hacían largas así que decidimos tomar otro rumbo a las costas de
California. Recorrimos mas y mas kilómetros hasta que al final del día llegamos
a las costas mientras el océano Pacifico aparecía tras las colinas, ninguno de
los dos lo habíamos visto por lo que nos quedamos observando hasta que casi
chocamos contra otro auto y seguimos un poco mas hasta un hotel donde el viejo
salto hacia la cama y quedo dormido. Mientras el descansaba y se recomponía de
las horas al volante comencé a hacer llamadas a casa para que supiéramos donde estábamos,
y cuando mi abuela termino de darme miles de consejos seguí los consejos del
viejo que roncaba me recosté en la almohada. Esa noche soñé con una pequeña que
me hacia señales desde una esquina para que me acercara pero cuando lo hacia
ella se alejaba corriendo y repetía lo mismo así que la seguí hasta que doblo
en un antiguo edificio y cuando la alcance estaba en brazos de su madre, ella
me miró y en ese momento desperté sobresaltado.
- - Hey chico!, fue una pesadilla o un
buen sueño?
- - Algo extraño
- - Eso lo heredaste de mi – dijo riendo
- - Que sueles soñar?
- - Tiempos pasados, momentos que desearía
recordar, en la casa del tio Will , cosas que toda persona ve en sueños , su
vida cotidiana, eso me hizo recordar, llamaste a tu abuela?
-
Si lo hice
- - Bueno, es hora de seguir camino,
mientras tu dormías caminé un poco por la playa y ahora estoy listo.
- - Como usted diga.
Al cabo de un par de minutos estábamos de nuevo en
pleno camino. Nuestro viaje aunque pareciera corto fue bastante largo, por lo
que recuerdo unas dos semanas recorriendo desde la mitad del país hacia el este
y luego para nuestro último punto marcado en el mapa el viejo decidió parar en
un monte. No sabía realmente que íbamos a hacer pero sin previo aviso tomo sus
cosas y comenzó a subir así que lo seguí.
El terreno era
duro y el camino era casi invisible pero seguí avanzando tras el pasando
matorrales y atravesando rocas y troncos caídos pero él no detenía por nada.
Seguimos y seguimos subiendo durante la tarde hasta que llegamos hasta el punto
más alto. El comenzó a observar hacia la distancia el hermoso paisaje, me
acerque junto a él justo en el momento en el que cayó de rodillas.
- - Abuelo, abuelo! , que sucede?
- - Hijo, el propósito de este viaje fue
poder disfrutar hasta el último momento junto a ti y como nuestro último lugar quería
que fuera este
- - Por favor no me dejes, no , no
- - No llores Pat…
En ese momento cerró sus ojos y me obsequio su última
sonrisa. Fue el momento más triste de mi vida, había perdido a un abuelo, a un
padre para mí y cuando tuve la última oportunidad de verlo no tuve el valor de
hacerlo. Fueron meses duros para todos pero uno de esos días volví a aquel
lugar en la cima de todo me senté allí y por un segundo creí sentir las palabras,
de mi querido abuelo.
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